Email del 14 de agosto 2021

 

William H. Johnson. Three friends (1945)

Querida:

¡No intento justificarme! Solamente trato de explicarte cómo ocurrió, o mejor dicho, por qué ocurrió. Pero antes de comenzar la historia me gustaría presentarte un poco por encima a los tres protagonistas: el primero de ellos, Cris, también llamado Crus, era un un tipo despreciable, ligero y enredador, que se jactaba de haber matado a un hombre golpeándolo repetidamente con una caja de Aero-red 40 mg cuando era mucho más joven. El segundo, Crus, que nada tenía que ver con Cris, se pasaba la vida refunfuñando y sus ojeras y sus orejas eran míticas entre la agrupación de niños expósitos a la que pertenecía. El tercer personaje, al que por aquel entonces todos llamaban Ovantra (una especie de contracción entre el vocablo ovante y el verbo trasijar o trasojar), era, por supuestísimo, yo, mucho antes de que me sucediese lo que me sucedió mientras manoseaba el praxinoscopio de un anticuario sin su permiso, episodio que te he relatado en diferentes ocasiones.

Todo comenzó el día en que puse un anuncio en el periódico más importante de la ciudad. Buscaba a alguien, aunque en ese momento no sabía de quién se trataba. En menos de una semana recibí cerca de 2000 contestaciones, y eso que no ofrecía ninguna posibilidad de ganar dinero. Por alguna razón que desconozco me gustaron las respuestas de dos tipos que se llamaban exactamente igual, Crus. Aunque ambos eran completamente diferentes a mí, acabamos haciéndonos amigos los cuatro. Sí, he escrito los cuatro, pues uno de los Crus, el que en realidad se llamaba Cris, nunca se separaba de su perro, Untura, un chucho insoportable al que lo único que le gustaba de la existencia perruna, era que su amo le ungiera la concavidad y la convexidad con ungüentos gatunos.

¿Por qué tuvo Crus que amenazar a Crus, AKA Cris, cuando este le pegó una patada a su mochila? ¿Por qué Crus, AKA Cris, pegó una patada a la mochila de Crus, si no le molestaba? Es cierto que Crus siempre dejaba su mochila tirada por cualquier parte y que en algunas ocasiones nos hizo perder el equilibrio tanto a mí como a Crus, AKA Cris, e incluso a su perro, Untura. ¿Por qué Untura le arrancó una oreja de un mordisco a Crus? ¿Quizá para defender a su dueño ya que las cosas se estaban poniendo mal para él? ¿Por qué tuve que clavarle mis gafas marca Carolina Herrera en un ojo al pobre Untura? ¿Para que no siguiera comiéndose el resto de partes del rostro de Crus? ¿Por qué Crus, AKA Cris, me estampó una piedra de considerables dimensiones en la cabeza? ¿Para que no siguiese clavándole mis gafas de marca en el ojo al pobre Untura? ¿Por qué me revolví, saqué la navaja que siempre llevo conmigo y apuñalé a Crus, AKA Cris, en el abdomen? ¿Por qué Crus salió corriendo como si se lo llevara el diablo? Crus siempre, o por lo menos desde que lo conocía, me había parecido un cobarde, redomado, pero se lo perdonaba porque en realidad todos somos todo, ya sabes, somos cobardes, somos valientes, somos estúpidos, maliciosos, atentos o atolondrados; somos honestos, sensatos, huraños como una víbora áspid o insoportables y desvergonzados. ¿Por qué tuve que correr detrás de Crus y apuñalarlo cuatro veces en el esternón? ¿Por cobarde? ¿Porque como ya que le había clavado la faca a Crus, AKA Cris, era completamente estúpido perdonarle la vida a Crus? ¿Por qué no me cargué a Untura? Seguramente porque llegó un momento en que llegué a una de esas conclusiones que actualmente me han hecho famoso entre mis compañeros de celda. ¿Qué conclusión? ¿Qué conclusión?