Email del 19 de octubre 2021

Gregorio «Sieso» Pérez. Orejas peludas sin derecho a voto (1962) 

 

Querida:

Ayer, mientras mi esteticista me depilaba las orejas, escribí un cuentecito de poco más de 5000 palabras titulado Blefaroespasmo que creo es sencillamente magnífico. Te copio el primer párrafo para que te quedes con ganas de leer el resto.

«La condesa Soputa (pronunciado Saputé) se sentó en el balancín de madera situado al lado del gran ventanal. La estancia tenía dos ventanas, la grande, que a menudo era llamada la ventanota, la superventana o el gran ventanal, y la pequeña, a la que se referían siempre como la ventanita, aunque Lord Ojete (pronunciado Ajitú), primogénito de la condesa y de su recientemente fallecido esposo, el vizconde de la Vagina (pronunciado de la Vegoné) la solía denominar como su ventanitititita o simplemente la ventanitititita que da al gran rododendendendro. Y es que la única vista que se podía advertir por la superventana era un rododendro extraordinariamente gigante, plantado por un criado afásico varios años antes. Como dicho sirviente era mudo, nunca nadie llegó a saber su nombre, aunque solían llamarlo Ah (pronunciado Eh) o Uk-Uk (pronunciado Uk-Uk)».

Eso es todo. En realidad estoy bastante ocupado y si he perdido algunos minutos escribiéndote este extraordinario email ha sido simplemente para recordarte que tienes un amigo que además de alto, fuerte, guapo, dinámico y genial, es un escritor y un artista de primera categoría.

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