Email del 23 de octubre 2021

 

Jack Bush. Still life with knife (1954)

Ese tipo, cazurro y basto, al que en alguna parte de su tierra natal llamarían, barbaján, me echó un escupitajo en mis Camper nuevas. Yo le respondí hundiéndole repetidamente mi navaja cabritera en el estómago. Luego me saqué la minga y le meé en la cara mientras me carcajeaba como si alguien, en alguna parte de la no existencia, me hubiera contado un chiste explícito. Mientras trataba de que el inefable goteo post-miccional no mojase mis gayumbos Sport Performance Climacool, recordé que en el mundo existían unos jodidos papanatas bastante hijos de puta llamados maderos que podían meterme en la trena unos cuantos años si me cogían. Así que cerré la cremallera de la bragueta y salí pitando en dirección oeste. Cuando llegué al número 234 de la calle Obliteración numinosa, me di cuenta de que me había olvidado la faca con mis huellas. Mientras trataba de pensar si era una buena idea volver sobre mis pasos para recuperar el arma, volví a fijarme en el nombre de la calle. ¿Obliteración numinosa? Pero qué cojones quiere decir esa mierda? Así que entré en la papelería situada casualmente en el número 236 y robé un diccionario. ¿Obliteración? Será de obliterar. ¿Obliterar? Umm, anular, tachar o borrar. ¡Vale! ¿Numinosa? ¿De numinoso? ¡Coño, no está! ¿Por qué puta hostia no está? Me cago en la madre que parió a los que inventan el lenguaje! ¿Para qué diantres estudié todo el maldito EGB? Volví a entrar en la papelería y le puse la hoja de la navaja en el cuello al dependiente. Mientras le obligaba a que me explicara por qué no estaba dicha palabreja en el diccionario me rasqué la pierna con los movimientos espasmódicos que producía la mano que no agarraba el cuchillo. El tipo, cuya cara había adquirido un precioso color azulado, supongo que por el miedo, me contó sin apenas respirar que la palabra numinoso fue inventada por un tipo llamado nosequé Otto, creo que Rudolf o como diantres se escriba; que este sujeto, que era historiador de las religiones, se marcó un bonito tanto con su invención, que luego fue usada por un escritor llamado Love… Lovecraf o Lovecraft en algunos de sus cuentos más siniestros; y que como esa calle estaba dedicada a él, al escritor de las pelotas, pues eso, la habían utilizado y de esa manera todos habían quedado chachi. Después de su explicación me empezaron a doler la cabeza, los hombros y los riñones. Quizá por esa razón decidí volver a la casa que compartía con mi novia, su madre, el perro de la madre de su madre y siete gatos esquizoides. 

He escrito este texto, que he escondido en el váter, para que si alguna vez es encontrado por un fontanero, sienta lo que yo siento hoy, que aunque es parecido a lo que sentí ayer, en realidad es bastante diferente. Nunca he podido entender la diferencia que existe entre algo semejante y algo dispar. O entre algo idéntico y algo distinto, pues al fin y al cabo todo la mierda sale del mismo lugar. ¡Bueno, yo sé lo que quiero decir!  

Críspulo Heredia Montoya