Email del 14 de noviembre 2022

José Estrada. Moscas (2020)

El 17 de agosto de 2017 tres moscas comunes fueron brutalmente asesinadas mientras revoloteaban sobre la piel sudada de Patricia Fusca. El asesino confeso, Faustino Mera, protector de Patricia e instructor de surf para perros, confesó que lo había hecho porque los dipteros habían llegado a un punto sumamente desquiciante. Horas más tarde, cuando el comisario Sobreras le preguntó por qué razón se había comportado de una manera tan cruel e inhumana descuartizando en 17 pedazos los cuerpos de los infortunados insectos, la respuesta de Mera fue simple pero concluyente: ¡porque siempre le había gustado ese número!

Conozco la historia porque Faustino Mera me la contó muchos años después de que sucediera. Bueno, en realidad me la cantó. Lo que más le importaba en la vida a Faustino era, además del número 17, canturrear, tararear, salmodiar, en resumidas cuentas, interpretar. Y no lo hacía nada mal. Incluso llegó a componer un himno aprehensible a su cifra preferida. Creo, si no me falla la memoria, que lo tituló 4²+1². Podría llamarle y preguntarle si estoy en lo cierto, pero sé que me contestaría con su frase preferida, «¿A quién cojones puede importarle eso?». Y en realidad tendría toda la razón. Si he de ser repugnantemente sincero, me importan una mierda densa y viscosa Faustino y las tres jodidamente pesadas moscas. Todavía me importa menos Patricia Fusca, que aunque nunca llegué a conocerla, tenía fama de ilimitada e irrestricta. ¿Y qué puedo añadir acerca del comisario Sobreras? Ese maldito madero ergofóbico que estuvo convencido durante años de que con continuas hidroterapias de colon vencería al puto acortamiento de los telómeros.

Hoy es día 14. Podría haber esperado al día 17 para postear este texto. Pero ese día tengo que asistir a la presentación de mi último libro, Las aventuras del señor Gregorio Feldespatín Escorrentío en Cabezadechorlitandia.

G